Cecile Guichard

 Sobre la artista

Cecile Guichard pasó mucha de su infancia solitaria, jugando con su gata Moumoune, donde empezó de muy joven a tener esa conexión con su propio Ser. De un espíritu libre y conectada con su intimidad, pasó gran tiempo en la naturaleza de su pequeño jardín y el gran río Marne en Paris, donde desarrolla su imaginación y descubre su propio mundo. En 1991, estudia historia en la Universidad de Tobiac, Paris y despierta la fascinación con la época Medieval y su expresión sagrada inspirada por Dios. Esta ventana la lleva a estudiar artes plásticas en L’Ecole du Louvres y con el escultor Renè Coutelle; sus inspiraciones siendo los tallados en piedra y esculturas de las grandes arquitecturas sagradas. Pasa sus tiempos libres en el Museo de Louvre y se convierte en una “copista” de la galería de arte griego antiguo.

En 1995 viaja al Tibet donde estudia el mundo sagrado budista y sus múltiples expresiones visuales que la inspiran para sus propias obras en la cerámica. Guichard se muda a la Sierra Sur de Oaxaca con su pareja e inicia su familia en las montañas donde crea sus esculturas basadas en la geometría de la naturaleza, y los elementos de la tierra.

 Sobre su obra

Las Esculturas que nacen son “ondas de formas benéficas" grabadas de mensajes cósmicos, son talismanes de protección, interpretadas por lo femenino sagrado a través de su Ser. Esta colección de esculturas "Blanco, Oro y Ametistas" revelan la pureza, la conexión al espíritu de amor y a la protección.